domingo, 24 de julio de 2011

Aitor se ha ido. O tal vez, solo espera que ella quiera volver a verle.

[...] No es eso lo que te ha hecho así. Quiero pensar que eso a sido fruto de muchos instantes, de muchos errores, de algún que otro fracaso. Pero no solo de uno. No solo de un amor escurridizo, idealizado. Me harían falta muchas historias para entenderte. Para creer que tú ya no eres capaz de sentir lo mismo por ningún otro. Pero no es por no creerte, lo único que no quiero es querer creerte. Me da miedo. A ti no te hace falta nada más que una sonrisa a medias para brillar en una plaza. Y sabes que los demás no tardan en saber que eres tú lo que brilla en el fondo. Por eso no acabo de entenderte. No acabo de entender que sea tan duro volver a empezar. Volver a besar. Volver a sentir. Al final va a ser verdad que todos tenemos una pieza perdida por ahí que nunca nos paramos a buscar. Pero una pieza que, en el momento que encontramos sin querer, sabemos que será nuestra para siempre. "Encaja" esa es la palabra. 

Pero hay veces que, sin desearlo, tal vez por descuido, perdemos lo que habíamos estado buscando sin buscar. Y ese momento, es terrible. Porque él era la clave de tu rompecabezas personal. El pomo que giraba todas esas puertas que tú eras incapaz de abrir por miedo. La sintonía de aquella felicidad que él siempre te pintaba de color azul claro, como el cielo de verano. Y sabes, perfectamente, que es imposible que alguien lo sustituya. Porque un clavo no saca otro clavo. Otro clavo consigue clavar más al clavo viejo. Incrustándolo, así, mucho más en tu corazón.

1 comentario:

  1. Con la canción de fondo, lo de la sonrisa e iluminar la plaza me ha puesto los pelos a media hasta.

    ResponderEliminar