No te voy a regalar un reglón, ni un párrafo, ni nada que se le parezca. Es tan difícil hablar de ti. Tan difícil verte y describirte. Tan mágico sentir que no te vas. Que no te has ido. Que no te irás. Que has estado ahí, aunque a veces no lo notara, no lo sintiera, no quisiera verlo. No sé qué decirte. No sé qué puedes merecer. Gracias. Gracias por haber estado ahí siempre, felicidad.
Prefiero el texto de Aitor.
ResponderEliminar