jueves, 2 de junio de 2011

"Y ahora me doy cuenta, de como ha pasado el tiempo" El prólogo de Granada, con el frío por la mañana.

Ver lo mismo y sentir, en cambio, que es la primera vez que lo ves. Gran Vía. Y pararte a pensar en las veces que has pasado por allí sin pararte a pensar cuando sería la siguiente vez. Gotear. Y no saber si es de miedo o de calor. Mirar el reloj, añadir minutos sin querer, creer que llegas tarde. Y darte cuenta luego, después de un año entero casi, que no llegaste tarde. Que todo estaba preparado para ti. Que todo ocurre por una razón y que el destino, es siempre mucho más caprichoso de lo que nos pensamos.

Ellas. Sin saber por cual empezar, también son fruto de ese destino tan caprichoso. Son otra manera de aprender que querer es más fácil de lo que creemos y que el tiempo, en ocasiones, es demasiado irrelevante. Un año. Un año cargado de momentos de todo tipo; Que si una mudanza, que si "vamos a estudiar", que si italiano por aquí, que si vecino por allá. Que ahora vamos a la Sierra. Y que no. Que me han puesto una multa viniendo a Granada y ya que he llegado, me vuelvo a Málaga porque sí. Ahora prefiero que alguien se contonee en Gran Vía bailándole a los coches y, ahora, creo que esto es un desastre y que es mejor que lo ordenen entre dos. Ah, no. Que alguien en una doble siempre vive sola. Vale. Quitémosle hierro al asunto y bailemos flamenco. Sin caerse por las escaleras. ¿Por qué no subimos en ascensor? Cuidado, seguro que alguien espera arriba para dar un susto. TSS¡¿Alguien con Blackberry?! Cubos de agua. Siesta, ducha, estudiar, hacer un trabajo y peli. Unas patatillas. Acaba de inundarse un baño. ¿Lo secamos con las sábanas sucias del mes? Bah, hay ideas mejores; Bailemos el waka-waka con cierto estilo, sin saber si es para la derecha o para la izquierda o si ahora toca contoneo o meneo pa' un lao'. Espera. Mejor la Shakira. Ah no, no, bailemos el baile del malo. Pero ese siempre con azúcar en el vaso. ¿Cuándo se ha roto esta cama? ¿Y esa mesa? ¿Y por qué salen personas de un armario? Huele a pelo quemado. Y alguien ha robado un carrito del supermercado y se ha subido San Juan de Dios con él. Ponle música a todo esto y que alguien toque esa guitarra que en los puentes desaparece...

Sigamos sumando. Hagamos otra clave del n+1. Sois las mejores. No tengo palabras para vosotras. Sois las mejores. Seguramente el destino también está asombrado. Nadie, ni él mismo, podría haberlo imaginado de esta manera. Gracias por este año cargado de cosas buenas. Os quiero. Os quiero muchísimo.

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