lunes, 7 de marzo de 2011

Aire y canciones que van a triturar algunos recuerdos.

Está nublado, pero de vez en cuando un rayito de sol, que entra por ese pequeño resquicio abierto de la ventana, intenta ponerme las mejillas rojas. No le regaño. Estoy escuchando una de esas canciones que siempre me invitan a escribir algo más alegre. Estoy cansada de escribir sobre cosas que ya no me importan y que no merecen ni una línea en mis tontas historias. Hace tiempo escuché que, para ser completamente feliz, había que conseguir olvidar el pasado que nos estaba dañando. Que nos estaba impidiendo caminar con la mente despejada, con los ojos abiertos y con las ganas del que siempre quiere descubrir algo nuevo a medida que camina y avanza.

Y por eso, escuchando a los grandes, con esa brisa que ha terminado resfriándome, hoy intuyo que si quiero ser feliz, tan sólo debo abrir la ventana, ponerme una canción de estas que te meten un codazo y entre líneas te dicen "Venga, escribe algo, que hoy es el día perfecto" y olvidar todo aquello que no merece la pena recordar. Porque aunque fuese bonito, aunque lo consideraras valioso, piensas que ya no lo es y que tan sólo ocupa un lugar que podrías rellenar con cosas, no sé si más grandes o pequeñas, pero sí más importantes y verdaderas.

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