sábado, 11 de diciembre de 2010

Comiendo galletas especiales

Tarareando esa canción que parece que siempre sale en la radio cuando yo quiero escucharla cojo y me meto una galleta en la boca. Taconeo sin saber taconear al ritmo de esos rápidos mordiscos de por la mañana. La puerta del ascensor se abre y me viene una ráfaga de felicidad que acaricia esos pelos que han quedado fuera de la coleta.

Busco algo en el bolsillo y no lo encuentro pero, sin embargo, hoy hay de todo fuera. El tráfico, la gente y las ganas. No hace falta más nada que tener ganas de hacer algo para hacerlo. Es tan sencillo... Sonrío. No sé si es por esas deliciosas galletas pero... creo que hoy me voy a comer el mundo.

1 comentario:

  1. Hola María... gracias por la visita y eres muy linda por lo que observo. Me transmites tu alegría, tus ganas de sentirte bien y libre (que es lo importante). Lamentablemente no puedo comerme al mundo pero una buena paella por acá, seguro. Muchos cariños...

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